miércoles, noviembre 09, 2011

CRIMEN

Ahí estaba ella, concentrada en sus asuntos; tanto que no notó mi presencia. Me acerqué sigilosamente, con el arma empuñada con la mano derecha; invertí un gran cuidado en cada paso.
Cuando estuve cerca levanté el brazo con el arma y descargué el golpe brutal; su cadáver cayó ante mis pies.
Finalmente, recogí su cuerpo con la cara del matamoscas y lo eché a la basura.

4 comentarios:

Alma Mateos Taborda dijo...

¡wowwwwwwww qué certero! ¡Qué susto para el recolector de basura! Muy bueno. Un abrazo.

marichuy dijo...

Jajá, pensé que habías ajusticiado a una amante traicionera. Muy bueno.

Saludos Luis

Trovator dijo...

Y cada día hay más criminales de este tipo por las calles... vaya verano sangriento :)

Un abrazo camarada!

DEMOFILA dijo...

¿Cómo te voy a insultar si me has hecho reir un motón?, buena entrada, siempre te quedas con nosotros con esos finales tan inesperados, muy bueno.
Un abrazo