domingo, octubre 22, 2006

LA CASA DE DIOS (cuento)

El niño se encontraba embelasado viendo el cielo. De pronto recordó que una vez, su madre, le dijo que ahí vivía Dios. Pero también recordó la frase de cada domingo del sacerdote de la iglesia de su pueblo, "bienvenidos a la casa de Dios".
La duda invadió su pequeña cabecilla y fue corriendo a donde su madre se encontraba:
-Mamá ¿Dónde vive Dios?
-En el cielo.
-¿Y por qué el padrecito dice que la iglesia es la casa de Dios?
-Por que así es, es la casa de Dios, igual que el cielo.
-¿Tiene dos casas?
-¡Uh! tiene muchas. Todas las iglesias del mundo son sus casas.
El niño puso una cara de asombro que la madre notó al instante:
-¿Qué pasa, hijo?
-No...nada...¿Creés que nos quiera regalar una de sus casas?- sus ojos, brillantes e inocentes, miraban fijamente a la madre.
Esta solo agachó la cabeza.
-No, no creo.-Respondió con la cabeza abajo.
-¿Pero si tiene muchas? - insistia el niño.
La madre no dió respuesta ya al niño. Ël, al ver que su madre ya no diría nada salió de nuevo a sentarse a mirar el cielo. Desde ahí podía verse la enorme iglesia del pueblo, erguida vanidosa e imponente. Detrás del niño se hallaban las casas de los habitantes del lugar, construidas con láminas y cartónes roídos.Mirando al cielo y con voz de reclamo, el chiquillo dijo:

-Pero si tienes muchas.

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